18 mar 2017

Desastres naturales

ZONIFICACIÓN Y ANÁLISIS DE RIESGOS DE DESASTRES
EN EL OLVIDO

Por: Ludwig Cárdenas

El Perú, en las últimas semanas, viene atravesando una severa e inusitada crisis climática, que está abarcando sus tres regiones naturales (Costa, Sierra y Selva). Algunos especialistas aseveran que se debe simplemente al fenómeno “El Niño”; otros señalan que la intensidad con que se está produciendo este fenómeno se debe, también, al cambio climático. No faltan algunos que van más allá y aducen que esta crisis climática se debería a maniobras secretas de alguna potencia mundial a través del HAARP (High Frequency Advanced Auroral Research Project), que traducido al español sería: Programa de Investigación Aurora Activa de Alta Frecuencia, que viene a ser un proyecto secreto con el cual se pretendería controlar o modificar el clima en ciertos lugares del planeta.

Sea como sea, este fenómeno climático que se está registrando en nuestro país, es inusual. Se conoce de casos similares, pero no con esa intensidad y de manera simultánea en las tres regiones, tal como viene ocurriendo.

Según sostienen los expertos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el actual fenómeno “El Niño” puede convertirse en uno de los cuatro más fuertes registrados en los últimos 65 años. Esta sombría previsión se debe a que las temperaturas en agosto, del año pasado, estuvieron ya entre 1,3 y 2 grados centígrados por encima de la media y superan en un grado los umbrales habituales de “El Niño”. Esta situación podría hacer que se convierta en uno de los cuatro episodios más fuertes de este fenómeno desde 1950, tras los registrados en los periodos 1972/1973, 1982/1983 y 1997/1988, indicó Maxx Dilley, director de la Oficina de Predicción del Clima y de Adaptación al Cambio Climático de la OMM.

En la Amazonía peruana, todos los años sentimos las inclemencias del clima. A partir de diciembre y en los primeros meses del año aumenta la frecuencia de lluvias. Algunos años con mayor intensidad que otros, mientras que en la región Costa es época de verano, comúnmente sin lluvias ni temperaturas muy elevadas.

Los fenómenos naturales son inevitables, pero las consecuencias, hasta cierto grado, pueden ser aminoradas. Lo que ocurre actualmente en las tres regiones no tendría tan graves efectos, si es que las autoridades y la población en general tuvieran en cuenta las recomendaciones de Defensa Civil, SENAMHI, ENFEN e IMARPE. Aparte de esto, los gobiernos regionales y locales, desde hace más de una década, por ley, vienen formulando su Zonificación Ecológica Económica (ZEE) y sobre esta base su respectivo Plan de Ordenamiento Territorial. Es más, durante el proceso de elaboración de la ZEE se hace un análisis de riesgos de desastres. Muchos gobiernos regionales y locales del país ya cuentan con estas herramientas de gestión; sin embargo, no las llevan a la práctica, a pesar de que cada año se ven obligados a afrontar las terribles consecuencias de los huaycos, inundaciones y otros fenómenos naturales. La mayoría de autoridades, lejos de tomar medidas preventivas y de hacer respetar su zonificación; así como, su plan de ordenamiento territorial, por desidia y/o por afanes electoreros, siguen brindando apoyo a quienes se ubican en lugares con alto nivel de riesgo. El crecimiento urbano y rural, en la mayor parte del país, continúa dándose de manera improvisada y desordenada.

Los expertos mundiales en asuntos climáticos, afirman que los fenómenos naturales tienden a intensificarse cada vez más, debido principalmente al cambio climático. Creo que llegó el momento de que en nuestro país se enfoque la situación con criterio técnico y menos politiquería. 

Las inundaciones en la Amazonía causan estragos con mayor frecuencia que en otras regiones.

Trabajo conjunto entre regiones