SAN MARTÍN EN CRISIS: ENTRE SEQUÍAS
DEVASTADORAS E INUNDACIONES INCONTENIBLES
Por: Ludwig H. Cárdenas Silva
Las inundaciones
que afectan diversas ciudades del departamento de San Martín, así como otras
zonas de nuestra Amazonía, son un recordatorio claro de la creciente
vulnerabilidad de la región frente al cambio climático y de la ineficacia de
las autoridades locales y regionales para enfrentarlo.
Los fenómenos
como sequías e incendios forestales han dado paso a lluvias torrenciales y
crecidas de ríos, poniendo en evidencia la alarmante ausencia de planes de
contingencia y una pésima gestión sostenible de los recursos naturales.
El cambio climático, caracterizado por un aumento de fenómenos extremos, ha alterado significativamente los ciclos naturales en San Martín. Los largos períodos de estiaje reducen el caudal de los ríos a niveles mínimos y el calor reseca el paisaje, facilitando incendios forestales que arrasan extensas áreas de bosque. Estas condiciones extremas suelen dar paso a lluvias torrenciales que desbordan los ríos, ocasionando inundaciones graves y deslizamientos de tierra (huaycos). Estas precipitaciones devastadoras destruyen viviendas, carreteras y tierras agrícolas, exacerbando la vulnerabilidad de la región. Frente a estas situaciones, las autoridades se limitan a entregar víveres y frazadas a los damnificados, sin abordar el problema con una visión más profunda.
Esta
variabilidad climática no es un fenómeno aislado. La Amazonía, como parte del
ecosistema global, manifiesta y exacerba los efectos del calentamiento global.
Las acciones que no se tomen para proteger y conservar este ecosistema tendrán
repercusiones negativas, no solo en la región, sino también en el equilibrio
ambiental del planeta.
La falta de
gestión ambiental efectiva en San Martín y en toda nuestra Amazonía es
evidente. Los planes y herramientas de gestión ambiental elaborados en años
anteriores permanecen olvidados en los archivos, ignorados tanto por las
autoridades actuales como por sus predecesores.
Las áreas
naturales protegidas, fundamentales para mantener el equilibrio hídrico y
prevenir deslizamientos, están cada vez más amenazadas por la deforestación y
la ocupación desordenada del territorio, ya sea en zonas urbanas o rurales.
La cobertura boscosa
de estas áreas no solo captura agua de las lluvias para abastecer a las
poblaciones y cultivos, sino que también estabiliza terrenos frágiles,
previniendo los desastres causados por el embate constante de las
precipitaciones. Sin embargo, estas áreas están siendo progresivamente
invadidas por actividades agrícolas descontroladas, alentadas por la
construcción de infraestructura que facilita el acceso a áreas no aptas para la
agricultura.
Gran parte de
los agricultores que se han establecido en San Martín provienen de otras
regiones del país, con prácticas agrícolas incompatibles con la realidad
amazónica. Estos pobladores, en su afán de obtener tierras cultivables, han
invadido áreas frágiles y protegidas, intensificando la deforestación y
alterando el ciclo hídrico regional.
El desarrollo de
infraestructura rural, como carreteras y trochas, en nombre de la
"productividad agrícola", a menudo termina incentivando la
depredación de las áreas naturales protegidas. Este modelo de desarrollo de corto plazo,
promovido por las autoridades, sacrifica la sostenibilidad ambiental en favor
de resultados inmediatos que rara vez benefician a la región a largo plazo.
Frente a esta
situación, resulta imperativo adoptar medidas integrales que prioricen la
sostenibilidad y la gestión efectiva de los recursos naturales:
- Fortalecer la conservación de áreas naturales protegidas: Asegurar la implementación de los planes maestros de estas zonas y penalizar las invasiones y actividades ilegales.
- Promover prácticas agrícolas sostenibles: Educar y apoyar a los agricultores en el uso de técnicas compatibles con el ecosistema amazónico, como la agroforestería.
- Invertir en infraestructura resiliente: Diseñar obras que respeten las vocaciones de uso del suelo y no alienten la expansión desordenada.
- Fortalecer la gobernanza ambiental: Garantizar que los instrumentos de gestión ambiental sean aplicados y fiscalizados con rigor.
- Fomentar la educación ambiental: Involucrar a las comunidades locales en la protección de los recursos naturales y generar conciencia sobre el impacto del cambio climático.
El cambio climático ha dejado de ser una amenaza lejana para convertirse en una realidad que afecta directamente a las comunidades de San Martín. Mientras las autoridades sigan de espaldas a esta problemática, las pérdidas económicas y ambientales seguirán aumentando. Es tiempo de actuar con visión de futuro y compromiso global, porque proteger la Amazonía es proteger el planeta.
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