POPULISMO Y DESARROLLISMO VS CONSERVACIÓN DE
BOSQUES
Y MICROCUENCAS
Antes,
es oportuno hacer un análisis de otras experiencias como es el caso de la
Carretera Interoceánica Sur, que enlaza a nuestro país con Brasil.
La
Carretera Interoceánica Sur, inaugurada en 2010 como un proyecto emblemático
para conectar Perú y Brasil, ha resultado ser una fuente de controversia,
generando más problemas que beneficios. Aunque fue presentada como una solución
integral para fomentar el comercio, reducir costos de transporte y abrir nuevas
oportunidades económicas en las regiones amazónicas y andinas, la realidad ha
demostrado que los resultados han sido decepcionantes.
El
volumen de comercio entre Perú y Brasil no ha crecido al ritmo esperado, y los
negocios que se esperaban a lo largo de la ruta no se han materializado. En
lugar de impulsar el crecimiento económico, la carretera ha puesto en evidencia
graves deficiencias en la planificación y la falta de infraestructura
complementaria necesaria para cumplir con los objetivos planteados.
El
impacto ambiental ha sido uno de los aspectos más críticos. La construcción de
la carretera facilitó el acceso a áreas de la Amazonía que antes estaban
protegidas, lo que ha incrementado la deforestación, la minería ilegal y la
expansión de cultivos ilícitos. Esta devastación afecta no solo la
biodiversidad, sino también el clima global, mientras que las comunidades
indígenas ven amenazados sus medios de vida.
En
términos sociales, la carretera no ha mejorado la calidad de vida de las
comunidades locales, sino que ha traído consigo un aumento en la violencia, la
criminalidad y la explotación, especialmente en zonas donde prolifera la
minería ilegal. Las promesas de desarrollo y empleo local han quedado
incumplidas, y el acceso a servicios básicos sigue siendo limitado.
Catorce
años después de su construcción, la Interoceánica Sur ha fracasado en cumplir
sus promesas de comercio y desarrollo. En su lugar, se ha convertido en un
símbolo de mala planificación, corrupción y falta de visión a largo plazo. Los
daños ambientales y sociales son profundos, y los beneficios han sido mínimos,
evidenciando la necesidad de reevaluar cómo se gestionan los grandes proyectos
de infraestructura, priorizando el bienestar humano y la protección del medio
ambiente.
Estos
antecedentes deberían servir de lección para que las autoridades sanmartinenses
reconsideren su enfoque y dejen de promover proyectos que, a largo plazo, solo
traerán más perjuicios que beneficios. Por tanto, antes de plantear la
construcción de la carretera Moyobamba – Balsapuerto es necesario tomar en
cuenta lo siguiente:
1º. En el Perú, principalmente en la Amazonía, cada
carretera conlleva una deforestación masiva y con ella la pérdida de
biodiversidad y fuentes de agua.
2º. Es imperativo considerar
los instrumentos de gestión ambiental, como es el caso de la zonificación ecológica - económica, la zonificación forestal, así como los planes de desarrollo
provincial y regional.
3º. Evaluar
los beneficios como los riesgos económicos. Desde este punto de vista, Balsapuerto
ya no constituye la puerta de acceso a un mercado importante como lo fue Iquitos
hace décadas. El comercio ahora se realiza a través de la Carretera
Fernando Belaúnde Terry, que conecta con la sierra y la costa, enlazando con
puertos importantes como el del Callao y, próximamente, con el de Chancay.
En
una región donde el calor se incrementa constantemente, donde el caudal de los ríos
disminuye cada día y el racionamiento de agua potable es cada vez más frecuente
en las ciudades, es crucial optar por proyectos realmente sostenibles y dejar
atrás el desarrollismo irresponsable. Es ampliamente conocido que San Martín se
encuentra entre los departamentos más deforestados del país. Si esta tendencia
continúa, enfrentaremos, adicionalmente, la pérdida de miles de hectáreas de
bosques y de numerosas microcuencas. La tan publicitada carretera
Moyobamba-Balsapuerto, en las condiciones actuales, parece más un proyecto
impulsado por políticos en busca de reelección que una obra diseñada para el
verdadero beneficio de la región. Es momento de reflexionar sobre el legado que
queremos dejar a las futuras generaciones.
Zona deforestada en un tramo de la Carretera Interoceánica Sur que une Perú y Brasil en la región Madre de Dios. Foto: Mariana Bazo.
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